Ante las actuales teorías de la necesidad de liderazgo para poder lograr avances en la vida, surge la figura del hoy fallecido Vicente Ferrer, que demuestra que no se necesitan líderes que impongan sus criterios, sino gente que trabaje en equipo para conseguir un mundo más justo, y mejor repartido.
No es el liderazgo de las naciones, ni el de las empresas el que librará al mundo de la pobreza y de la desigualdad, de hecho será lo que las promocione. No existe el iluminado absoluto. Las soluciones y los avances verdaderos salen del trabajo en equipo, y de las acciones desinteresadas.
Por ello hace falta más gente como Vicente Ferrer, que no buscaba ni fama, ni gloria, ni beneficio, sino ayudar a los necesitados.
Los líderes y las grandes empresas son los colonizadores de la actualidad, y de esos no nos hacen falta más. Nos hacen falta buenas personas, aunque esté muy mal visto ser Mishkin.
No es el liderazgo de las naciones, ni el de las empresas el que librará al mundo de la pobreza y de la desigualdad, de hecho será lo que las promocione. No existe el iluminado absoluto. Las soluciones y los avances verdaderos salen del trabajo en equipo, y de las acciones desinteresadas.
Por ello hace falta más gente como Vicente Ferrer, que no buscaba ni fama, ni gloria, ni beneficio, sino ayudar a los necesitados.
Los líderes y las grandes empresas son los colonizadores de la actualidad, y de esos no nos hacen falta más. Nos hacen falta buenas personas, aunque esté muy mal visto ser Mishkin.
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