Ayer, tras recoger las notas me comentó mi hija algo, que, como suele pasar con las ocurrencias de los niños me dio que pensar. De que manera tan diferente vemos las cosas cuando somos niños, y cuando crecemos. Al crecer mengua la imaginación.E. me pistoló (disparó, en su lenguaje de hace unos años):
- Mi amiga P. tiene cuatro padres. Dos padres y dos madres - dijo-.
Verás. Cuando era pequeña su madre no tenía dinero y tuvo que dejarla en una casa, y ahora tiene estos padres.
- ¿Pero ella no conoció a su primera madre? - Pregunté-
- No.
- Eso se llama adoptar. Sus padres originales al ver que no podían mantenerla la entregaron a una casa donde luego, sus padres adoptivos, los de ahora, la acogieron en su familia.- Intenté aclarar-
- ¡Ah!
Es curioso. Para ellas el mundo es más sencillo. Simplemente tiene cuatro padres. Sin mayores problemas.
Me encanta esta etapa, por lo franca que es. Luego lo complicamos todo, y perdemos la creatividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario