sábado, 31 de enero de 2009

CAMARON

El vecino de Torpedopedo coincide en gustos musicales con mi amigo Guanarteme, al menos en su mutua pasión por Camarón. El tema elegido para que resalte este artículo es "Bahía de Cádiz", por sugerencia del Vecino y su vinculación marinera y gaditana.


jueves, 29 de enero de 2009

A petición de un aficionado

Tras unos altibajos físicos, y aún en fase de recuperación, por lo que todavía no puedo machacarme ante el ordenador, hoy me decido a clavar en este post una sugerencia musical del vecino de Torpedopedo. Un vídeo cojonudo (del verbo coger nudo, primera del singular).

viernes, 9 de enero de 2009

Las aventuras de Larry Lank. Nevando y otras cosas


Hoy ha sido un día de nieve en Madrid, y en muchas otras partes, pero en mi universo finito la nieve afectó a Madrid, y a traición. Ningún meteorólogo acertó con la previsión, como cuando era pequeño pero con TDT. Como cada año cuando se dan estos fenómenos meteorológicos, el partido político de la oposición acusa al del Gobierno de inutilidad e imprevisión, y los medios de comunicación magnifican los efectos, atascos, accidentes, ... A mi me ha tocado recorrer en coche la A6, y tras el inicio que se ve en la foto, una vez superada la incorporación de la M30, la carretera estaba en perfecto estado, no había atasco y los coches circulaban a velocidades que se encontraban en la horquilla (usando el término de comunicación electoral) de 100-140 Km/h. Sin embargo, si sólo pongo la foto y no aclaro la pequeña duración del atasco, cualquiera habría sacado la conclusión de que la A6 estaba totalmente colapsada.


Por otro lado se da por cerrado el período navideño 2008-2009, que comenzó con el subidón de la definición de futurible (futuro posible) de un curso de prospectiva, del que salí dispuesto a cambiar el mundo después de oir que el Cartesianismo había muerto, que el futuro hay que diseñarlo en el presente, analizando las opciones posibles y sus resultados, y tomando aquellas que nos conduzcan al término deseado. En la acera de enfrente del edificio académico la realidad se imponía y Descartes resucitaba. Bajo el soportal de unos grandes almacenes que acababan de cerrar, un individuo sin nociones de arquitectura (o sí, quién sabe), edificaba su vivienda reciclando cartón. En ese momento recordé que hay un Pocero Bueno, y otro aún mejor. También recordé a Ramón Tosas ¡Ntchs! Si no hubiera dejado el tabaco me habría echado un truja.


Pero no todo es triste, diez pasos de Princesa más abajo, respetando un semáforo por aquello de ser bueno en Navidad, escuché la siguiente conversación entre dos chicas de unos dieciocho, o así:


- ¡Qué vayamos a una fiesta de 180 euros! - decía una de ellas - Para eso lleno el local de putas y aún ahorro pasta. Total estos sólo van a pillar.


Las lágrimas se me saltaron de la emoción. Todavía hay gente joven con visión empresarial. Emprendedores. Tanto me afectó que cruce en verde y por el paso de peatones. ¡Joder! Dándole un poco de forma y apariencia el negocio era redondo.


Días más tarde la prensa abría sus páginas con una foto que daba la impresión de ser la imagen de unos fuegos artificiales sobre una ciudad. La escena perdía su bucolismo al saber que la localidad era Gaza. Futurible. ¡Ntchs!


Las calles de Madrid (y de cualquier otra ciudad), los bares, las Universidades, ... están llenas de cosas, imágenes, conversaciones, ideas, ..., yo que sé, de todo. A esto me dedico, a coleccionar estas cosas. Aquí dejo unas cuantas y cuando tenga más, pues igual las pongo.


¡Ah! Se me olvidaba. El artículo de hoy de José Luis Alvite en la Razón es cojonudo. El que quiera puede echarle un vistazo en http://www.larazon.es/noticia/violencia-por-afecto.




jueves, 1 de enero de 2009

Feliz 2009

Este post es sólo para felicitar el Año Nuevo. Y para ello, y según las costumbres de estas fechas, me ha parecido que la poesía "cena jocosa", de Baltasar del Alcázar, venía al caso. Pues eso, Feliz Año 2009.

En Jaén, donde resido,
vive don Lope de Sosa,
y direte, Inés, la cosa
más brava de él que has oído.

Tenía este caballero
un criado portugués...
Pero cenemos, Inés,
si te parece, primero.

La mesa tenemos puesta;
lo que se ha de cenar, juntos;
las tazas del vino, a punto;
falta comenzar la fiesta.

Rebana pan. Bueno está.
La ensaladilla es del cielo;
y el salpicón, con su ajuelo,
¿no miras qué tufo da?

Comienza el vinillo nuevo
y échale la bendición;
yo tengo por devoción
de santiguar lo que bebo.

Franco fue, Inés, este toque;
pero arrójame la bota;
vale un florín cada gota
de este vinillo aloque.

¿De qué taberna se trajo?
Mas ya: de la del cantillo;
dieza y seis vale el cuartillo;
no tiene vino más bajo.

Por Nuestro Señor, que es mina
la taberna de Alcocer:
grande consuelo es tener
la taberna por vecina.

Si es o no invención moderna,
vive Dios que no lo sé,
pero delicada fue
la invención de la taberna.

Porque allí llego sediento,
pido vino de lo nuevo,
mídenlo, dánmelo, bebo,
págolo y voyme contento.

Esto, Inés, ello se alaba;
no es menester alaballo;
sola una falta le hallo
que con la priesa se acaba.

La ensalada y salpicón
hizo fin: ¿qué viene ahora?
La morcilla, ¡oh gran señora,
digna de veneración!

¡Qué oronda viene y qué bella!
¡Qué través y enjundias tiene!
Paréceme, Inés, que viene
para que demos en ella.

Pues, ¡sus!, encójase y entre,
que es algo estrecho el camino.
No eches agua, Inés, al vino,
no se escandalice el vientre.

Echa de lo trasaniejo,
porque con más gusto comas;
Dios te salve, que así tomas,
como sabia, mi consejo.

Mas di: ¿no adoras y precias
la morcilla ilustre y rica?
¡Cómo la traidora pica!
Tal debe tener especias.

¡Qué llena está de piñones!
Morcilla de cortesanos,
y asada por esas manos
hechas a cebar lechones.

¡Vive Dios, que se podía
poner al lado del Rey
puerco, Inés, a toda ley,
que hinche tripa vacía!

El corazón me revienta
de placer. No sé de ti
cómo te va. Yo, por mí,
sospecho que estás contenta.

Alegre estoy, vive Dios.
Mas oye un punto sutil:
¿No pusiste allí un candil?
¿Cómo remanecen dos?

Pero son preguntas viles;
ya sé lo que puede ser:
con este negro beber
se acrecientan los candiles.

Probemos lo del pichel.
¡Alto licor celestial!
No es el aloquillo tal,
ni tiene que ver con él.

¡Qué suavidad! ¡Qué clareza!
¡Qué rancio gusto y olor!
¡Qué paladar!¡Qué color,
todo con tanta fineza!

Mas el queso sale a plaza
la moradilla va entrando,
y ambos vienen preguntando
por el pichel y la taza.

Prueba el queso, que es extremo:
el de Pinto no le iguala;
pues la aceituna no es mala;
bien puede bogar su remo.

Haz, pues, Inés, lo que sueles:
daca de la bota llena
seis tragos. Hecha es la cena;
levántense los manteles.

Ya que, Inés, hemos cenado
tan bien y con tanto gusto,
parece que será justo
volver al cuento pasado.

Pues sabrás, Inés hermana,
que el portugués cayó enfermo...
Las once dan; yo me duermo;
quédese para mañana.

Baltasar del Alcázar(1530-1606)