Las lentejas es uno de los platos estrella de la gastronomía española. Esto no lo duda ni Artur Más, en todo caso dirá que las inventó un catalán, pero aunque le pese lo hizo bajo la Corona española o la de Aragón.
Bueno, que nos desviamos y este post no va de política, y si hiciera una receta relacionada con la política tendría que ser Santiaguiños y Percebes de primero y Rape con espuma de Merluza de segundo. Los ingredientes deberían ser robados en el supermercado de turno.
Pero como ya he dicho que esto no va de política, cambiamos de tercio. ¡Tarí, titotatitotatí!
Hay infinidad de formas de preparar unas buenas lentejas, y admite un número n de ingredientes, cuando n tiende a infinito. ¡Ah, mis viejos tiempos con las matemáticas! Me encantaban. Y me sirvieron en la vida real. Conseguí calcular científicamente que la probabilidad de agarrarme una tajada saliendo de marcha era del 99,99 % ¡La ilusión que me hacía saber que había un 0,01 % de posibilidades de ligue! Y como todavía no he agotado esa posibilidad puede que un día...
Bien ¿De qué hablábamos? ¡Ah, sí, las lentejas! Pues que voy a detallaros como hacer unas lentejas básicas. A éstas podréis añadirle más ingredientes, según vuestro gusto.
Necesitaréis:
Lentejas (2 puñados por plato)
1 Cebolla
2 Zanahorias
2 Patatas
1 Tomate
1 Diente de ajo
Jamón serrano picado
1 o 2 Chorizos
Pimentón
Sal
En la foto de arriba podemos ver que hemos picado la cebolla. Troceamos a continuación las zanahorias y las patatas en cuadraditos (más o menos, guardar la escuadra y el cartabón que tampoco hay que ser tan perfeccionista).
El lector observador se habrá dado cuenta de que no aparece el chorizo. Aparecerá más abajo. He mandado a mi hijo a comprar uno. Pensaba poner la foto de un político, pero hemos dicho que este post no va de eso.
Las lentejas se solían poner a ablandar la noche anterior, pero eso se ha quedado anticuado. Ahora lo que hacemos es ponerlas en una cazuela con agua, encendemos el fuego, y cuando rompa a hervir el agua quitamos la cazuela del fuego, vertemos las lentejas en un escurridor, tiramos el agua sucia y las limpiamos bien bajo el grifo (hasta que se enfríen)
El siguiente paso es preparar el sofrito. Echamos aceite en una cacerola, la ponemos en el fuego, añadimos la cebolla y el ajo (ambos picados) y los pochamos un poco. (1)
Partimos el tomate por la mitad, y con un rallador extraemos el jugo sobre la cacerola (con el tomate normalmente conviene añadir una cucharadita de azúcar para quitarle la acidez, pero esto va según los gustos de cada uno).
Añadimos una cucharada, de las de café, de pimentón. Conviene separar la cazuela del fuego mientras lo hacemos para que no se queme el pimentón. Una vez añadido le damos unas vueltas con un tenedor o una cuchara de madera.
Añadimos las patatas, el agua y la pastilla de Avecrem. Yo enriquezco, no cuezo. Normalmente cocido suelo empobrecerme, pero eso es otra historia. (2)
Agregamos las lentejas, y las dejamos cocer unos 20 minutos a fuego medio.
¡Aquí está el Minis...el Chorizo! Lo cortamos por la mitad, y lo agregamos a la olla junto con el jamón.
Dejamos que cueza entre 20 y 25 minutos más. Y podemos servir un plato de lentejas casi sin colesterol.
A partir de esta base podemos completar nuestras lentejas, como hemos indicado al principio, con varios ingredientes. Por ejemplo:
1 Pimiento verde
1 Calabacín (no muy grande)
1 Cebolla
Picamos el pimiento, la mitad del calabacín (después de pelarlo) y la mitad de la cebolla. Todo en cuadraditos. Y lo añadimos a los ingredientes del sofrito de la receta base, es decir en el párrafo marcado con (1).
Picamos en cuadraditos la otra mitad del calabacín, y en juliana (tiras) la otra mitad de la cebolla. Y lo agregamos en el punto (2) de la receta base.
Y tras seguir los pasos de la receta conseguiremos un plato de lentejas más sustancioso, que en parte debemos agradecérselo a mi amiga y compañera Irene.
Si se prefieren unas lentejas más, como decirlo, más de Homer. Unas lentejas con tanto colesterol que te hará falta la producción de dos años de Danacol de Danone para que por tus arterias pueda volver a circular un hilillo de sangre. En este caso se puede añadir con el chorizo un poco de oreja adobada. Se recomienda llamar al 112 antes de empezar a comerlo.
Hoy tenéis un tres por uno. Tres recetas en una ¡Lo estamos dando, lo estamos regalando!
Que las disfrutéis.
4 comentarios:
Jajajaja! La estadística aplicada me ha encantado. Y yo que pensaba que las matemáticas no tenían aplicación práctica en la vida real..
"Cocido suelo empobrecerme" todavía me enjugo las lagrimitas. No se pueden preparar unas lentejas con más humor. Magistral.
Estoy con LastChild, tu intención es orientarnos en la cocina, pero yo leo tus recetas porque me parto con tus paridas. Vale, que es bueno saber que están aquí y que puedo echar mano de ellas alguna vez. Mi mujer renegaba el otro día que a ver si aprendo a hacer unas lentejas por ejemplo. ¡Un día voy a dar el campanazo, verás!
¿Y dices que si no tenemos chorizo, cualquier porlítico vale?
Las matemáticas. Mi asignatura favorita porque no tenía que estudiar.
Ya ves el axioma que conseguí por mi devoción a las mates.
Aunque quién no recuerda aquel grito de guerra antes de salir de marcha: Muy mal se tiene que dar la noche... Y muy mal se solía dar.
XD
O das el campanazo JuanRa o te dan con el rodillo.
Cualquier político vale a falta de chorizo, aunque dejan un regusto rancio.
;)
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