sábado, 26 de diciembre de 2015

ENTRANTES NAVIDEÑOS 2015

Un año más nos encontramos en las fiestas de las comidas familiares: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año nuevo y Reyes. Son fechas entrañables de exaltación de los valores familiares y la amistad, como las cogorzas que nos agarramos en estos fastos. Pero igualmente son generadoras de estrés, escuatro y hasta escinco, ya que hay que elegir el menú, comprar las viandas, prepararlas, comprar regalos,..., qué os voy a contar que no sepáis ya.
En estas reuniones nos encontramos con suegros, cuñados, abuelos y otras subespecies. Todavía no sé porqué se crean novelas de vampiros y hombres lobos, teniendo a nuestro lado estas representaciones del Inframundo. Además suelen estar amenizadas con la banda sonora de los villancicos: Hacia Belén va una burra - Mi hija por casarse con esto - Po popopopon Po popopopon - Pon la mesa, es que ni eso sabe hacer mi nuera - Pero mira como beben - todos estos gorrones que se han juntado en mi casa - Gatatumba tumba tumba con panderos y sonajas - menuda tajá lleva el abuelo que no puede ni hablar - Adeste, fideles - ¡Estos, si aquí hay más cuernos que en una convención de renos! - En fin, menos mal que todo acaba en: Feliz Navidad, Feliz Navidad, Próspero Año y felicidad, y los burritos sabaneros no se acuerdan de lo que pasó la noche anterior gracias a los efectos secundarios de Alzheimer Navideño provocado por el vino, el cava y las bebidas espirituosas, volviendo todo a su cauce normal, para poder repetir la reunión el siguiente año.

Para poder evitar, o paliar, en parte ese estrés navideño os traigo unas ideas para hacer los canapés, y evitaros la tarea de pensar (igual que nuestros políticos que evitan a toda costa que pensemos), y así podáis disfrutar de las comidas navideñas sin tensión añadida.

Necesitaréis:

Salmón ahumado
Trucha ahumada
Bacalao ahumado
1 Huevo
1 Calabacín
Queso Philadelphia
Huevas de mújol (rojas y negras)
1 Bote de encurtidos
Cebollino
Perejil
Eneldo (aunque no aparece en la foto, se me olvidó la primera vez. El vino. Ya me conocéis)
Sal (solo para cocer el calabacín)




Picamos el perejil, el cebollino y el eneldo. Como se puede observar en la foto, esta vez se me olvidó el eneldo. Veis, no os estaba engañando antes.




Extraemos unos cuantos encurtidos del bote, como en la lotería, y los picamos también.







A continuación batimos el huevo. Previamente hay que romperlo, sí.







Ponemos unas gotas de aceite a calentar en una sarten, y cuajamos una tortilla muy fina.






La dejamos enfriar un poco y la colocamos sobre plástico de cocina.






Ponemos sobre ella la trucha.






Untamos una fina capa de queso Philadelphia.






Y pasamos a preparar el siguiente, el de calabacín. Para ello lo cortamos en lonchas con una mandolina. Cuidado con este aparato rebana dedos del demonio.






Ponemos agua a calentar, y cuando hierva le añadimos sal y las lonchas de calabacín. Las sacaremos en un minuto para que no se ablanden mucho. Seguidamente las colocaremos sobre plástico de cocina como se muestra en la imagen.







Añadiremos el bacalao.






Y untaremos con el queso.






El siguiente será el de salmón. Para ello colocamos las lonchas sobre plástico de cocina.







Y lo untamos con el queso.






Una vez que tenemos las tres preparaciones en el mismo punto, es decir con el queso por encima, procedemos a salpicarlas con las hierbas picadas (eneldo, perejil y cebollino), o con los encurtidos picados. En la foto he hecho unos mitad y mitad.







A continuación procedemos a enrollarlos ayudándonos con el plástico, pero sin que este quede dentro del rulo. Encontrarte plástico en la comida solo es aceptable cuando comes chipirones, y porque lo lleva el animal dentro.







El paso final es cortarlos en rodajas no muy gruesas, y quitar el plástico que nos ha ayudado a mantener el rulo mientras realizábamos el corte.

Como podéis suponer, en mi caso, al colocar la mitad con hierbas y la otra mitad con encurtidos, algunos rollitos saldrán de un sabor y otros de otro, pero no es necesario hacerlo así, podéis hacerlos completos de un tipo u otro, o hacer dos rollitos, uno con cada relleno, dependiendo de la cantidad de canapés que necesitemos preparar.






Solo resta adornarlo con unas huevas rojas y negras, o con algo de perejil, y ya tenemos canapés fríos hechos.





Incluso jugando con la distribución, un poco de brécol cocido, media pera, un trozo de queso y un poco de jamón podemos conseguir un decorado más imaginativo y navideño.

La idea del pavo la he sacado de Facebook, de "Ideas Creativas Camila" (podéis encontrarla escribiendo esto en Google), una página interesante que me enseñó Belén, mi fisio, en el gimnasio.






Pues eso es todo. Alimentos fríos que se pueden preparar con antelación y que os permitirán disfrutar de la noche, sin liaros excesivamente con la cocina mientras el resto come, ríe y bebe.

Espero que os gusten y que paséis unas fiestas maravillosas en compañía de vuestros seres queridos.





miércoles, 23 de diciembre de 2015

Feliz Navidad



Feliz Navidad a todos. Os deseo que la disfrutéis con los vuestros, y que por unos días se detenga el tiempo, no se escuchen telediarios y os deis cuenta de que lo realmente importante lo tenéis a vuestro lado.

Y a ver si yo también me aplico la misma medicina.

Felices Fiestas.



martes, 24 de noviembre de 2015

LASAÑA DE RAPE Y GULAS

Llevo varios años de lucha contra el Kraken, y por fin lo he comprendido todo. Francamente, no me había dado cuenta hasta hace muy poco. Hasta hace muy poco. Muy poco.

El Kraken se entrometió en mí, ya de por sí complicada, vida. El odio hacia aquel animal asqueroso se inició con sus primeros ataques y, a continuación, comenzó la lucha. Ya ni siquiera recuerdo bien la fecha de la primera batalla, pero pudo ser hace cuatro años. A esa siguieron otras: hace tres años, hace dos,..., varias en un mismo año,... Odio, orgullo y lucha lo llenaron todo. El odio se alimenta de sí mismo, y del orgullo mal dominado, y ello lleva a la pelea continua. Por suerte, el tiempo y un afortunado atisbo de sensatez, me mostraron la realidad: el Kraken solo es un calamar que debe obediencia a Davy Jones, el verdadero culpable de todos los males. Y como suele ser habitual, el culpable se encuentra siempre escondido mientras envía a otros a ejecutar sus órdenes. Él no se mancha, ni deja que se note su participación, se esconde tras su enviado.

El atisbo de luz me hizo comprender el entramado, y todo el engaño en el que me había visto envuelto, y decidí que mi próximo movimiento sería continuar navegando sin luchar contra el Kraken. Atacó varias veces y, en todas ellas, cacé las velas y ciñendo conseguí avanzar siguiendo el rumbo elegido, con el viento de proa, contra todo.

Finalmente, el gran calamar entendió que no iba a luchar más contra él, que no me iba a distraer de mi objetivo, que iba a llegar hasta donde me había propuesto. Desde entonces sus ataques desprendían menos odio, incluso, cuando se cruzaban nuestras miradas él leía en la mía: ¡No voy a desistir!, y yo en la suya: ¡Tengo que hacer lo que hago, pero tú no cejes en el empeño! Es curioso, sabéis como sonríe un calamar ¿No? Yo tampoco, pero estoy seguro de que sonreía tras nuestros encuentros, lo sé porque yo hacía lo propio. ¡Quién iba a decirlo! Hemos terminado apreciándonos.

He conseguido arribar a mi destino. Aún no sé si victorioso o no, pero sí sé que he llegado al puerto que me fijé hace unos años. Una larga travesía. Y he hecho un extraño amigo, el Kraken. quién sino él me dejaría ésta receta de lasaña con productos del mar.

Necesitaréis:

Una o dos colas de Rape
Una bandeja de gulas
Placas de Lasaña precocinada
Besamel (si no la hacéis, os recomiendo la de Santa Teresa)
1 Cebolla
Queso rallado para gratinar
2 Dientes de ajo
Aceite
Sal












Pelamos el ajo, le quitamos el tallo y lo picamos.






Ponemos agua a hervir con sal.






Le quitamos la espina al rape.






Cocemos el rape unos 5 minutos aproximadamente.








Desmigamos el rape.






Picamos la cebolla.







Ponemos aceite a calentar en una cacerola.








Añadimos el ajo picado.








Agregamos la cebolla picada.








Una vez se haya pochado un poco la cebolla añadimos el rape desmigado.






Le damos unas vueltas e incorporamos las gulas.






Dejamos que se cocine todo dos o tres minutos.






Colocamos las placas de lasaña en la base de una fuente del horno. Previamente habremos preparado las placas precocinadas sumergiéndolas en agua caliente 20 minutos, o lo que indique la caja.

A continuación colocaremos el sofrito de rape y gulas sobre las placas.







Cubriremos todo con otra fila de placas.








Incorporaremos la besamel, por encima de ella, el queso rallado, e introduciremos la bandeja en el horno a gratinar hasta que se dore la superficie.

Seguidamente la extraeremos, y la repartiremos en platos para comerla recién hecha.







Una delicia extraída del mar, y regalo de un ser maldito, un maldito amigo.

No odiéis al Kraken, odiad a Davy Jones, él es el verdadero culpable de los males del Mundo.

Disfrutad de ésta receta y, si queréis, podéis añadirle una gambas.





domingo, 18 de octubre de 2015

KILÓMETROS DE VERANO

Una de mis aficiones veraniegas es patearme los montes, tanto en Galicia como en Levante. Y cuando no hay montes cerca recorro las llanuras.

Perderme por los caminos, alcanzar la cima de los montes, descubrir cruces, paisajes, animales, y todo lo que la naturaleza o la mano del hombre han colocado en esos caminos, senderos o bosques, es uno de los alicientes del verano. Por supuesto, también me gustan las visitas culturales, y las excursiones en grupo que acaban con comelladas dignas de la época medieval.

Este año he recorrido muchos kilómetros, casi 176, y he visto las cavas donde antiguamente se depositaba la nieve en invierno y se prensaba con mazos, para tener hielo en verano, y la cueva del Parpalló que fue ocupada por humanos en el paleolítico superior, que está catalogada como bien de interés cultural y que está en proceso de revisión por la UNESCO para ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad. También he localizado restos de la Guerra Civil española, he vuelto a subir al Paralaia y al Xaxán. En resumen, con rodillera por mi lesión de rodilla, he conseguido disfrutar como un niño de mi afición. Espero poder seguir haciéndolo el año que viene.

Os dejo un vídeo de mis andanzas veraniegas. espero que os guste.












lunes, 5 de octubre de 2015

VIII CONCURSO DE TAPAS DE MAJADAHONDA












Ha pasado mucho tiempo desde mi último post, demasiado tiempo. Las batallas cotidianas que me apartan de este hobby tienen sus días contados, no pasarán de noviembre, aunque no sé si me embarcaré en otras, no me gusta quedarme quieto.

No obstante, que haya pospuesto la escritura en el blog no quiere decir que haya dejado de hacer lo que me gusta, como por ejemplo hacer el Homer e irme de tapas en las fiestas de Majadahonda. Por cierto, cada año son más los bares que se apuntan, este año 60. No es posible probarlas todas, no por capacidad estomacal, de eso voy sobrado, sino por pasta, a tres euros de media 60 bares con la familia te sale por un pico ¡PARA CUÁNDO UNA BECA PARA LAS TAPAS!

Lo dicho, este año hay muchos bares participando, pero he visto poca ilusión por la creación de la mejor tapa. Muchos se han dedicado a apuntarse al concurso con una tapa simple, y se han dedicado a vender la mayor cantidad de tapas posible. El concurso está perdiendo su aliciente, y con los votos del público y de un jurado no profesional se está convirtiendo en Eurovisión, donde siempre ganan los países con lenguas similares, o con políticas afines. Deberían contratar a un jurado formado por expertos en hostelería para elevar el prestigio del certamen. A mí que me dejen probarlas todas, con boca pero sin voto ¡Huuummmm!

A lo que vamos, que no todo ha sido tan malo, ha habido honrosas excepciones a lo que he dicho anteriormente, así que os presentaré las que he probado, que son un total de catorce. Alguna ha caído varias veces, pero eso no cuenta en la votación.

1. La Taberna Marinera. "Mar picada"

Muy mala tapa, aceitosa y con un sabor que dejaba mucho que desear. Por suerte fue la última que probé esa noche, aunque eso hizo que me costara digerirla y dormir.





2. Onneca. "Habanera"

Este es uno de mis restaurantes favoritos de Majadahonda, pero este año me ha dado varias sorpresas en el concurso de tapas. La primera es que su tapa se parecía mucho a otra que podréis ver más adelante, aunque esto puede ser casualidad. La segunda es que tuvimos que ir dos días, y en ambos el camarero gritaba de malos modos que no quedaban tapas y que no apuntaba a nadie hasta que le dijeran desde la cocina que estaban listas. El segundo día no le hicimos caso, pedimos un par de vinos y automáticamente aparecieron las tapas. Las formas no se pueden perder. Y la tercera es que el puro estaba relleno de una carne muy seca. Aquí cocinan y atienden de lujo, por eso me fui desencantado.





3. Gran Vía. "De pulpo plancha"

Este es un bar de toda la vida de Majadahonda, donde en invierno solían ponerte una taza de caldo con la cerveza o el vino, y te sentaba de vicio. La tapa no estaba mal, pero no era nada del otro jueves, tres trozos de pulpo con puré y cebollino.





4. Aizkorri. "Aupa Aizkorri. Bocapintxo de buey"

He de decir que la tapa estaba rica, pero no deja de ser una hamburguesita de buey. Lo que hemos apuntado al comienzo, no han tratado de crear una tapa de concurso, sino de vender tapas.





5. Granxeiro. "El sabor de la morriña"

Este local lo estaban abriendo mientras comenzaba el concurso, pero como la idea era darle un ambiente de furancho gallego, la puerta pendiente de pintar y la falta de algunos acabados que realizaron luego no importaban, incluso le daban un toque más auténtico.

Para aquellos que no los conozcan los furanchos son casas que en la época de la vendimia vendían, y venden, el excedente de vino, que en Galicia se toma en tazas, acompañado de una tapa o ración del guiso que tenían para comer. Hoy día tienen varios platos a elegir. Las mesas suelen ser alargadas y con bancos, y la gente se sienta en los huecos que están libres, compartiendo todas las mesas.

La tapa era un sandwich de pulpo con lechuga, y de postre un poco de queso ácido gallego con un cucurucho de membrillo. No estaba mal, la presentación estaba algo cuidada, y casaba con el ambiente.

Aparte de lo dicho sobre la tapa, he vuelto otro día para cenar, pasadas dos semanas para que estuviera todo en marcha, y entre que no son gallegos con lo que les cuesta entender lo que les pides (en castellano), que el vino blanco lo sirven en jarra de barro y el tinto no lo sirven en taza (cunca), que el rape que nos sirvieron era descongelado (y mal descongelado), que la empanada de zamburiñas tenía alguna muestra de ese bivalvo y que el pulpo era como un chicle Cheiw, difícil será que vuelva a aparecer yo por allí.





6. Taberneros Majadahonda. "Cóctel de gulas y fideos de mar con salsa teriyaki"

No estaba mal, aunque se les debió acabar la salsa teriyaki y nos lo sirvieron con salsa rosa, lo que nos vino mejor por si a los niños, que estaban con nosotros ese día, no les gustaba la teriyaki. No deja de ser una ensalada con gulas, pero por lo menos el sabor era bueno y se curraron la presentación.





7. Casa Pedro. "Solomillo ibérico con suave de turrón"

Este es otro de mis restaurantes preferidos de la zona. La carne era buena, con muy buen punto de preparación y muy sabrosa. El toque de sabor del turrón era curioso. Pero el fondo de patatas estaba muy duro.





8. El Farol. "Rica rica"

De este restaurante nunca espero una presentación excepcional, es fiel a su estilo: la comida casera sin florituras, pero siempre vuelvo porque sus tapas, manteniendo la esencia tradicional, son elaboradas y muy ricas. Esta era una tosta de foie con crujiente de jamón. Muy rica.






9. De tapas bar. "Migas majariegas"

Otro lugar que me suele gustar por el sabor de sus tapas. Evidentemente no se calientan mucho la cabeza con la presentación, ni con la tapa, pero las migas con uvas y queso les quedaron deliciosas.






10. El Viejo Fogón. "Gyoza crujiente rellena de rabo de toro con ajo blanco japonés"

En este local cuidan la tapa que presentan, cocinan bien, y se nota el trabajo realizado. La Gyoza es una empanadilla japonesa, y ésta ciertamente estaba muy rica, pero el ajo blanco, que según sus indicaciones se bebía después de la empanadilla, era muy denso y mataba el buen sabor de la Gyoza. Estaba bien, con buena presentación, pero con el fallo del ajo blanco que no solo no casaba, sino que era demasiado espeso y con grumos.





11. As de Bastos. "Espuma de vichyssoise"

Sabor agradable. Tomate al fondo, y la espuma de vichyssoise con crema de boletus dando forma a la copa. Rica y bien presentada. Aquí también se nota el cuidado en la elaboración y la presentación.







12. La Gorda. "Kebueno de ternera"

Esta es una cervecería que este año ha hecho una buena tapa. Su presentación es minimalista, pero aceptable, y el panecillo con ternera, soja y una salsa deliciosa, hacía que te dieran ganas de repetir varias veces.






13. La Taberna del As. "Cigar fish"

Para mí ésta es la mejor tapa de este año, tanto por el sabor como por la original presentación y forma de servirla. Primero te colocaban un cenicero con una emulsión de gambas y semillas de amapola imitando la ceniza, y a continuación te ofrecían un puro de una caja de puros. El puro era crujiente (creo que pasta filo), estaba relleno de tartar de atún, rematado con semillas de amapola en el extremo para hacer el efecto de la ceniza y hasta llevaba una vitola. Una maravilla de sabor, y muy original su presentación.

Esta es la tapa que se parece a la del Onneca, por eso me ha sorprendido tanto, porque no es tan fácil coincidir en esta idea, aunque por lo visto así ha sido.

Enhorabuena por mi parte a la Taberna del As.






14. La Travesía. "Mar y tierra"

De esta tapa no tengo foto. Fallo mío. Y es una lástima, porque suelen trabajársela mucho. Este año era una tosta de bacalao con pimientos que estaba deliciosa. La tapa la diseñó la mujer del dueño, y creo que no se puede obviar que el cocinero tiene una mano excelente para la cocina, no solo en esta tapa, sino en el resto de los platos.

Lo que sí tengo es una foto de lo que me tomé después, un Old Fashioned. Resulta que están ampliando su carta, y a partir de cierta hora de la noche sirven cócteles, y el barman es muy bueno, puedo dar fé.





En fin, para esto dio el concurso de tapas de este año. La tapa que repetí varias veces fue el Cigar fish de la Taberna del As, pero no fue ésta la que ganó. La ganadora de este año, aunque yo no comparta el veredicto fue la del Viejo fogón: "Gyoza crujiente rellena de rabo de toro con ajo blanco japonés", y la segunda fue la del Onneca: "Habanera", y en este caso si que discrepo totalmente, aunque supongo que como se suele decir: para gustos colores.

¿Falta mucho para el próximo concurso? ¿Falta mucho? ¿Falta mucho? ¿Falta mucho? ...