domingo, 26 de marzo de 2017

PAPACHEESE

Aquél fue un parto fácil. Una horita corta, como se suele decir. Y lo que más le extrañó al médico fue la ayuda recibida por parte del nasciturus en su evolución hacia recién nacido. No hizo falta ni el cachete, parecía como si supiera que tenía que abrir los pulmones y comenzó a gritar nada más emerger al mundo.

No dejó de darle vueltas al caso mientras lo envolvían en una manta para aislarlo del frío. Tenía la certeza de que el ser que acababa de nacer padecía una enfermedad que le provocaría mucho sufrimiento, y quizás la muerte, por eso encargó que le realizaran un escáner para asegurar su diagnóstico antes de comunicárselo a sus padres. Quería estar seguro, pero sabía que no había posibilidad de error, como confirmó el resultado de la prueba poco después.

Entró en la habitación donde la madre acariciaba a su hijo sobre su regazo. Se detuvo un rato en el dintel de la puerta. La noticia que tenía que dar a los padres no era agradable, ni sencilla de transmitir, ni de asimilar, pero era su obligación. Respiró hondo y expiró.

- Buenas tardes doctor - saludó la feliz madre. Pase.
+ Buenas tardes Mercedes. Juan.
> Doctor.
- Es guapísimo ¿verdad doctor?
+ Ciertamente Mercedes.
> ¿Ocurre algo doctor? Le notó extraño. Aunque quizás sea cansancio. Si es así perdone.
+ No hay nada que perdonar. El parto ha ido muy bien, pero tengo que darles una noticia no muy buena.
-> ¿LE OCURRE ALGO A NUESTRO HIJO?
+ Sí. Se lo diré sin rodeos. Su hijo tiene un tumor en la cabeza.
- ¡NOOOOOoooooooooooo!
> ¿Es muy grave? ¿Se puede hacer algo?
+ Me temo que no. Deberá vivir con él el resto de lo que le quede de vida. Le afectará en sus relaciones sociales, en la comprensión de las actitudes de los que les rodean, en los estudios, prácticamente en todo.
- ¿No va a poder disfrutar de la vida?
+ Sí, sí podrá. Pero tendrá grandes luchas internas.
> ¿Qué clase de tumor es?
+ Cerebro. El tumor se llama cerebro. Algunos niños nacen con él. No mata por si mismo, le provoca un grado de conocimiento y creatividad muy grande, pero le impide ser aceptado por aquellos que no alcanzan el nivel de inteligencia que él va a desarrollar. Será feliz casi siempre, pero no entenderá el comportamiento de aquellos que no lo tienen, y son mayoría. Lo siento, no hay cura para esto.

El médico abandona la habitación, dejando a los padres que asimilen la noticia. Querrán a su hijo, pero sufrirán por él. Este mundo no es perfecto ni justo, pero es el que pisamos.

¿Qué tiene que ver esto con la receta? ¡Y yo que sé! Yo no tengo cerebro de ese.

Ahí va una receta de papacheese.

Necesitaréis:

Patatas
Queso Cheddar
Huevo
Harina
Pimienta
Sal
Aceite de oliva






Pelamos las patatas y las rallamos.






Cortamos el queso Cheddar en taquitos.






Mezclamos la ralladura de patata con el huevo, una cucharada de harina, sal y pimienta.






Cogemos trozos de la masa que nos ha quedado y envolvemos con ella un taquito de queso Cheddar, dándole forma de cilindro.








Los pasamos por la freidora.







Y listos para comer como picoteo, o como acompañante de cualquier plato.









Ni que decir tiene que admite múltiples variaciones, como rellenar de chorizo en lugar de queso, de anchoa,..., de lo que se os ocurra. Todo es probar y ver lo que se puede comer y lo que no volveréis a hacer nunca. Ja ja ja.