jueves, 21 de noviembre de 2013

PERRITO URUGUAYO

Este es un plato que vi en el Restaurante La Parecida (Moaña - Pontevedra), del que ya he hablado otras veces, y que dirige Jose, un uruguayo muy simpático, excelente persona e insuperable cocinero, acompañado de su familia. No hay nadie que haga las pizzas al horno de piedra como él, y tampoco le van a la zaga sus raviolis, su lasagna, sus chivitos,... ¡Aaaarrrrggggglllllll! ¡Slurp! Perdón. Es pensar en el bar de Jose, venirme a la cabeza todos sus platos, y ponerme a babear.

El plato que os descubro hoy es relativamente sencillo, aunque me ha costado un par de intentos que me quedara aceptable. Lo cierto es que el día de mi santo pedí unos raviolis cuatro quesos, pero mi sobrina, que vive más cerca que yo de Jose, pidió el perrito, y fue verlo y grabarlo en mi subconsciente para intentar recrearlo en casa. Esto es una prueba y no las de Top Cheff: intentar hacer un plato solo con verlo, sin probarlo.

La verdad es que no ha sido tan fácil como me pareció en un primer momento, y aunque me ha quedado muy rico (según veredicto jurado-hijos), dudo haber llegado al nivel de sabor de mi vecino y amigo uruguayo Jose (no, no es Spiderman). Pero nunca he tratado de superarlo, porque la mano que tiene Jose para este tipo de cocina es mágica.

Sin darle más vueltas necesitaréis los siguientes ingredientes:

  • Salchichas Frankfurt (Yo uso Óscar Mayer con bacon y queso. Voy a tener que cobrar por la publicidad)
  • Mozzarella fresca
  • Mozzarella rallada
  • Pan de perrito
  • Orégano






Abrimos los panes de perrito sin separarlos completamente ¿Porqué? La verdad es que da igual si los separáis, pero así me tiro un poco el pisto en plan supercheff. Colocamos los panes sobre una bandeja del horno.

Calentamos 30 segundos en el microondas las salchichas y las colocamos sobre los panecillos.

Añado aquí una aportación de mi cuñada, el estilo Padilla, que consiste en cortar la salchicha longitudinalmente, aunque sin separarla del todo, igual que el pan. Así, colocando la salchicha hacia abajo, evitamos que resbale cuando cerremos el bocadillo.

Dejo a vuestra elección el uso de la salchicha completa, o la salchicha Padilla. Pero no es una mala idea lo de abrirlas para evitar que resbalen y se caigan por abajo. Sobre todo si están destinadas a niños.







Cortamos en rodajas la mozzarella fresca, la colocamos sobre las salchichas hasta cubrirlas, y rociamos el queso con orégano.







Acto seguido cubrimos todos los perritos con la mozzarella rallada.








Precalentamos el horno para gratinar durante 10 minutos a 180 grados, e introducimos la bandeja con los perritos.








Vigilamos los perritos, y cuando estén tostados a nuestro gusto los sacamos.







Y los emplatamos.








Están deliciosos. Yo me los comí tal cual, pero se pueden comer con ketchup y mostaza. Esto va según los gustos.

Hoy se me ha ocurrido que algo que le iría muy bien sería añadir una anchoa (o dos) antes de meterlos en el horno. Lo que abre la puerta a una nueva dimensión de experimentos culinarios con la base del perrito uruguayo.

Os dejo como ejercicios para el fin de semana las prácticas con los ingredientes extra.

Creo que este sería el ejercicio que me gustaría que me pusieran a mi en los cursos que hago, así que no os quejéis y a disfrutar.






4 comentarios:

LastChild dijo...

Rápido y sencillo. Me mola.

hitlodeo dijo...

Y muy enfocado a los niños. Es lo que más me gusta a mí.

JuanRa Diablo dijo...

Pues sí, más fácil imposible. ¡Esta la hago!
Veo una capa de queso tan mullida que me pregunto sí será fácil cerrar esos panecillos.
Pero qué más da, para lo que van a durar sobre el plato...

hitlodeo dijo...

Pues aunque no lo parezca se puede cerrar, pero dura cinco segundos en la mano.