lunes, 29 de noviembre de 2010

RESTAURANTES RECOMENDADOS. LA PARECIDA.


Comienzo una nueva sección, la sección de recomendaciones. En ella aparecerán los restaurantes, bares, lugares de entretenimiento, sitios para visitar, etc, que me hayan gustado.
No quiero decir con esto que a todo el mundo le guste el sitio que yo ponga, pero por lo menos daré alguna idea de los que me han gustado a mi, y que me atrevo a recomendar.
El que abre esta sección es un Restaurante especializado en pizzas hechas en horno de piedra, y que se encuentra en Moaña (Pontevedra), en Vilela 113. Puedes comer en el local o pedir que te envíen la comida a casa (siempre que estés al alcance de una moto de pequeña cilindrada).
El dueño es un uruguayo muy simpático llamado Jose, y yo probé las pizzas este verano, aunque no llegué a probarlas hechas en el horno de piedra porque se lo instalaron cuando ya me había ido. Aún así, la pizza que preparaba en el horno convencional estaba de escándalo, y también me encantó la tapa de lengua aliñada que me ponía con la cerveza.
Lo recomiendo por como se come, por el trato exquisito, y por el licor café casero.
Además Jose tiene visión empresarial, así que seguro que desarrollará las ideas que sobre el futuro del negocio tenía.
Espero que todo le vaya muy bien. Se lo merece. Pocas veces he visto a una persona tan dedicada y entregada a su trabajo.

jueves, 25 de noviembre de 2010

EL LAVABO NO FUNCIONA

Este viernes estuvimos de comida. Las viandas cojonudas, la cerveza y el vino corrieron pero los alcanzamos a tiempo. También dimos caza a las copas. Y, claro, en algún momento hubo que pasar por boxes. Yo retrasé mucho la entrada, y cuando fui me encontré con un nuevo sistema de ahorro de agua en el lavabo.






Pero no funcionaba. Yo llevaba un pedal que me lo pisaba, y de ahí no salía una gota como podéis ver.

martes, 23 de noviembre de 2010

ALGO NO CASA

A la vuelta del trabajo, con la vista cansada, las manos fijas en el volante y el pensamiento fijo en el sofá de casa, con la noche bien entrada gracias al cambio de horario, algo me despierta de repente. Una imagen. Algo fugazmente ha captado mi atención.
Paro el coche en el arcén. Está prohibido aparcar en esa acera, pero no puedo evitarlo. Salgo del coche con el móvil en la mano, me acerco al objetivo, estoy en el borde de la carretera, los demás coches pasan mirándome y pensando: ¿qué hará ese zumbado?
Es difícil que ellos lo entiendan. Es una droga a la que estoy enganchado y no puedo dejar pasar la oportunidad. La cuarta foto sale menos movida que las tres primeras. Misión cumplida. Vuelvo al coche y me voy a casa.
El resultado se ve abajo.
Me da vueltas la idea de ir al restaurante y ver la raza de los camareros y cocineros, pero no estoy seguro de si eso rompería la magia del cartel.
Quizás lo haga, y puede que se convierta en una nueva aventura.
¡Quien sabe! Igual Pepe es chino, o es campeón de jugar a los chinos, o es un restaurante de carne de cerdo. Demasiadas incógnitas. Pienso en como planear la incursión.
Seguiré informando.



viernes, 19 de noviembre de 2010

MÁS VALE QUE SOBRE QUE NO QUE FALTE

Vamos a construir una casa. Le encargamos la obra a una empresa seria. Nos dice que dejemos todo en sus manos, que ellos han construido muchas.
Los ves llegar el primer día y te asombra que tomen las medidas a zancadas, y afinen con palmos, pero sabes que son profesionales y no te preocupas. Simplemente preguntas ¿No van a usar un metro, o un medidor láser? Y la respuesta que obtienes es: ¡Quite! ¡quite!, eso es para estos nuevos constructores que no tienen ni idea, sólo saben usar ordenadores.
Les escuchas: 10 pasos largos y tres cuartas.
Tras unos días te acercas, ves los avances de tu casa de piedra y te quedas con cara de haba.
Exclamas: ¡Pero que es eso! ¡Sobra media viga!
No se ponga usted nervioso - dicen -, que ahora tomamos medidas y lo arreglamos con la radial.
¡Dios mio!, medidas. Recuerdas el sistema de medida fino, los palmos.
Escuchas: Además, en estos casos más vale que sobre que no que falte.
Te vas de allí acojonado y pensando, no vuelvo hasta que esté terminada. No es bueno para mi corazón ver el desarrollo.



miércoles, 17 de noviembre de 2010

ELEGIR BIEN LAS UBICACIONES

Se cree en una causa justa. Se forma una asociación. Se organiza. Se elige un local. Hemos puesto en marcha nuestro proyecto, pero... no nos hemos fijado bien en los detalles.
Es el caso de la foto.


ASOCIACIÓN DE MULLERES DE MOAÑA (ASOCIACIÓN DE MUJERES DE MOAÑA), pero justo debajo han puesto una tienda que en se llama XAULA (Jaula), y cuyo letrero en letras rojas queda debajo del de la Asociación.

Que nadie se tome esto a mal. Estoy resaltando simplemente un efecto óptico.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL VERANO NO SE ACABA.¿O SÍ?

Las luces de neón duermen a la ciudad, la noche abre sus puertas, te encierras en la oscuridad... ¿Qué? ¡Ah, qué estamos en el aire! Son los problemas del directo. Me habéis pillado versionando una vieja canción de Obús. Hay cosas peores, como oírme cantarla.

Pero centrémonos en el tema del post. Un post que he alargado mucho tiempo, porque como ya dije hace tiempo, no quiero que se acabe el verano. No, este año me cuesta dejarlo atrás.

Pero comencemos como se debe comenzar, con un vídeo de introducción a lo Metro.




¿Qué ha tenido de especial este verano? Muchas cosas. El calorcito, mi cuello me ha respetado, he disfrutado como un enano, se ha alargado hasta el sábado pasado,...

En este verano hemos disfrutado de la arena como entretenimiento típico. Aquí está la obra de mi hijo L., un cucudrulu bastante logrado.


Y también la escultura de arena de mi hija E. y su prima P., una tartaruga (tortuga). Maravillosa a su nivel.



Hemos hecho excursiones por los bosques galegos, por donde se perdieron todos menos L. y yo. Por supuesto gracias a L. que se orienta mejor que yo. Grabamos vídeos haciendo de Tarzán, e imitando a José Mota mientras esperábamos al resto que se habían confundido al coger el camino de vuelta. Escuchábamos a mi mujer y los demás diciéndonos a gritos que se habían equivocado y que los esperásemos en un cruce. L. coñeaba a su madre haciendo de eco. Se estaba jugando el pellejo.

En el paseo encontramos curiosidades como los restos del molino de la foto.




O el árbol con forma de tirachinas, que además tenía las raíces al aire, pero que seguía muy vivo.








¿Por qué se perdieron los demás, que además eran los que conocían el recorrido? Por no esperar a L. Él y yo nos bajamos hasta la poza de una mini cascada, y mientras estábamos allí grabando vídeos y sacando fotos en plan "al filo de lo imposible", ellos emprendieron el camino de vuelta. Nosotros tuvimos que volver a escalar la cascada, pero ellos se equivocaron de camino y se pusieron a escalar la montaña en lugar de bajar. Lo dicho, gracias a L. yo no cometí el mismo error.
Aquí os muestro un vídeo de la cascada. Ni la del Niágara.





Más cosas que echar de menos. Lo que disfrutó E. con sus primas y con su hermano, cuando los llevamos al monte y a la playa de noche a ver las estrellas fugaces. Bueno, en el monte se acojonaron un poco. Todo oscuro, enmedio de esos eucaliptos gigantescos, los ruidos de la noche y del viento. Pero pronto se les pasó al ver la primera estrella. Más tarde, en la playa vieron muchas más, todos excepto mi pequeña E. que estaba muy enfadada porque no conseguía ver ninguna. No lo consiguió hasta que, de vuelta a casa, nos tumbamos en la entrada y allí empezó a ver muchas. Todos durmieron felices esa noche, a las tantas pero contentos.

El cambio de L. que me preguntaba si iba a ir al pueblo andando o en coche. Sólo son un par de quilómetros y por eso suelo ir andando, pero si me lo preguntaba le decía que en coche, porque entonces el decía que se venía conmigo, para tomarse una Fanta con unas tapas. Le encantan los chinchos. Yo le dije que en Vigo a los de Madrid les llaman los Jodechinchos, y el me contestó que el era un auténtico Jodechinchos, porque se los comería todos.

Empezar a salir de tapas con tu hijo es un momento crucial en la vida. Recuerdo que en una de esas escapadas mi mujer me pidió que trajera levadura porque iban a hacer una empanada. Cogí el coche y me fui con L. a buscarla. Una vez comprada L. me dijo que no teníamos tiempo para tomar una tapa. Y yo le pregunté que por qué no. El respondió: Mamá necesita la levadura para la empanada. Yo lo tranquilicé como sólo un padre sabe hacer, demostrando la sabiduría que le ha proporcionado la experiencia:

- L., es la una y media, y no comemos nunca antes de las cuatro. Además, estoy seguro que la empanada no es para comer, será para cenar o para mañana. Tenemos tiempo de ir al Jabuguito a tomar unas tapas y una cervecita (el una Fanta).

Estando en el bar, y viendo que estaba intranquilo impartí más clases de padre que está de vuelta de todo.

- Mira. Si al llegar a casa tu madre te pregunta, le dices que había mucha cola en la panadería, y mucho tráfico en la carretera - rematando esta enseñanza con un trago de cerveza saboreado al final entre los labios. Lo estaba bordando, me debían de dar el premio al padre del año -

En ese momento L. contestó:

- Vale. Pero si mamá me pilla le digo que la culpa es tuya.

¡Joder! Que rápido aprenden.

Acepté el trato y no nos pillaron, o no quisieron hacerlo.

También se echarán de menos las tardes en la playa, incluso al ponerse el Sol. ¡Qué buen tiempo hemos tenido!





Incluso a la vuelta, en Madrid, hemos pasado grandes momentos. En la foto de abajo un pez nos sobrevuela en el túnel de Faunia. Recuerdo la canción "El Barón vuela sobre Inglaterra".






Llegó oficialmente el otoño, aunque no físicamente. Éste se manifestó realmente el sábado pasado. Ya el viernes había comenzado a soplar el viento.











Y el sábado amaneció el otoño de repente. La imagen no dejaba lugar a dudas, ya no se iba a alargar más el verano. Llegaba el frío, y yo me encuentro en alerta por mis cervicales. Esperemos que el gimnasio sirva de algo y este año vaya mejor. Me gustaría disfrutar también del invierno.
La alfombra de hojas de abajo se tejió en una noche, la del viernes al sábado. Comienza el otoño.
Para animarme tengo en mente los torreznos. Cada uno tiene sus debilidades.




miércoles, 3 de noviembre de 2010

EMBRIÓN DE ROTONDA

Las rotondas no se construyen sin más. Se generan. Probablemente nazcan de la unión de dos vehículos que se encuentran en un cruce. Un encuentro repentino, una ráfaga de luces casi imperceptible, un guiño. El coche y la furgoneta cruzan las miradas, sus válvulas se agitan, derraman su simiente en la carretera, y tras otros guiños color naranja se dicen adiós, sabiendo que de su encuentro nacerá un nuevo ser. Llevará tiempo su crecimiento, pero se desarrollará, se hará mayor, y se convertirá en una rotonda de provecho.
Más tarde, de tanto en tanto, los padres visitarán a su retoño, una visita fugaz pasando despacio por su lado, y comprobando como crece.

Probablemente penséis que estoy loco, pero puedo convenceros. Tengo pruebas fotográficas de un embrión de plaza en sus primeros años de crecimiento. Por ahora sólo es un poste, pero más adelante le crecerán las extremidades en forma de jardines, le saldrán flores, y quizás hasta alcance la madurez desarrollando una estatua.
Os dejo las fotos del embrión. Ahora parece feo, pero dejarlo crecer y veréis como se convierte en una hermosa plaza.