Mi afición por las tierras valencianas se va agudizando. Tanto es así que ha conseguido despertar en mi absurda mente un recuerdo que tenía oculto bajo varias capas de mollejas, bacon y tocinillo de cielo. El recuerdo del Pato a la Naranja. Un manjar que comí con gran deleite en mi infancia. Más tarde, perdida la inocencia infantil, las naranjas pasaron a tener otras connotaciones, la fruta en general para ser más precisos: guayabas, peras, melocotones, melones,..., ¡Soooo! que me animo demasiado y me puedo creer que soy vegetariano.
Retomando el tema culinario. Je je, he dicho culi... Perdón, me sale el golfillo que llevo dentro. Como digo, en aquellos años degusté el pato a la naranja, el caldero, el conejo al ajillo o en arroz, etc. Grandes platos todos ellos. El pato es una delicia por si solo, a la plancha con un poco de confitura de frambuesa, en un arroz meloso con setas, en confit,..., me encanta. Y qué decir del conejo, el conejo es algo maravilloso y no engorda, por lo que comeros los que queráis o podáis.
Mi afición por el pato debe tener su explicación en que me gusta hacer el ganso, pero a pequeña escala. Ahora bien, no sabría como explicaros el porqué de mi afición al conejo. Misterios de una mente enferma dentro de un cuerpo sin mente. A ver si lo descubre Iker Jiménez.
Bueno, que me lio. A por la receta de hoy.
Necesitaréis:
1 Magret de pato (o 1 conejo troceado)
4 o 5 Naranjas de zumo
3 Zanahorias
1 Cebolla mediana
3 Dientes de ajo
1 cucharada sopera de Coñac
Romero
Aceite
Pimienta
Sal
Pelamos y cortamos las zanahorias en juliana, no muy finas. Hacemos lo mismo con la cebolla y el ajo.
Cortamos las naranjas por la mitad. Sino a ver cómo vais a sacarles el zumo ¿por ósmosis inversa?
Las exprimimos, y reservamos media cáscara de una de ellas.
Salpimentamos el magret de pato, o el conejo según la versión.
Ponemos un poco de aceite a calentar en una cazuela.
Una vez caliente doramos la carne, la sacamos y la reservamos.
A continuación incorporamos los ajos, y enseguida la cebolla y las zanahorias.
Les añadimos un poco de romero, y dejamos que se pochen un poco. Tres o cuatro minutos bastarán.
En el ínterin rallamos la piel de la media naranja que habíamos reservado.
Le añadimos la cucharada de coñac y dejamos que se evapore el alcohol. 1 minuto dándole vueltas llega.
Agregamos el zumo de las naranjas ¡VIVA VALENCIA!
Volvemos a incorporar la carne y dejamos que se cocine, tapado, hasta que se ablande. En el caso del pato tendremos que estar casi 2 horas. En el caso del conejo con una hora será suficiente, no obstante se puede controlar comprobando con un palillo cuando está tierna la carne, que en el caso del rabbit coincide con el momento en el que ésta se va separando del hueso.
Conviene ajustar la sal al terminar.
Finalmente obtendremos estos resultados.
El primero es el del magret.
Y el segundo el del conejo.
Como truco, se puede ahorrar tiempo con la olla rápida. El caso es comer estas maravillas.