En verano, como ya he comentado alguna que otra vez. Sí, ya sé que parezco el abuelo cebolleta y que me repito más que el gazpacho. Como decía, en verano me gusta caminar. Perderme por el monte, ver cosas, sacar fotos,..., derrochar tiempo a fin de cuentas. En verano soy el Rockefeller del tiempo.
Este verano en particular, además de mi ya tradicional subida a la Cruz del Paralaia, que esta vez hice en compañía de mi hijo y mi cuñada, llegué a la Cruz de Ermelo, me perdí en la bajada de vuelta y me volví a encontrar gracias a mi sentido de la orientación, a que esos montes acaban todos en el mar, y a que le pregunté a un amable paisano cuando salí del bosque:
- Perdón ¿Sabe dónde estoy?
+ Sí. Aquí enfrente mía.
- Muchas gracias.
En mi odisea campo a través pasé por riachuelos, bosques de árboles gigantescos, me encontré con insectos que no había visto desde mi más tierna infancia, disfruté de unas vistas maravillosas, sudé la mitad de los whiskies y los churrascos (solo la mitad, es que fueron muchos) que deglutí. Disfruté del placer de perderme.
Pero también estuve en Valencia. Y en los pocos días en los que se nubló disfruté de paseos por la orilla de la playa. Pero Paseos con mayúsculas. Alguno de 11 kilómetros.
También me perdí por los campos de naranjos, cañaverales y demás cultivos, o por los pueblos.
No sé si podéis imaginaros el placer de perderse dos o tres horas. Aunque acabes muerto de cansancio y sudando como un pollo, este placer no tiene precio. Es más, si Heidi Klum llegara en el momento en el que voy a salir a perderme en verano y me dijera que haría todo lo que le pidiera, le contestaría que vigilara a los niños y los bajara a la playa, y me piraría.
Al final, y con un recuento aproximado, he calculado que he recorrido unos 90 km andando sumando todas mis escapadas este verano.
Aquí os dejo un vídeo de mis pateos Galego-Valencianos.
4 comentarios:
Coincidimos plenamente en esa saludable aficción de echar a andar y dejar kilómetros atrás, y en ese placer de perderse, y lo de "perderse" lo digo literalmente (alguna vez tendría que contar lo nefasto que es mi sentido de la orientación)
Buen recuerdo de ese paseo galego valenciano (y cuántas fotos he reconocido, ¿por qué sera? ,jeje)
Saludos
PD Heidi Klum me dijo que quería visitarte pero que visto lo visto... ya no le interesa.
Cuán volubles son las mujeres.
Heidi se lo pierde. Además hablaré con su abuelo y con Pedro.
:D
Precioso recuerdo. Y qué bien escogida la canción de la presentación.
PD: Heidi anda un poco despendolada últimamente.. Los niños quedarían mejor con Marilin Manson.
Creo que sí. Marilin tendría más instinto maternal que Heidi. A cada uno hay que reconocerle sus virtudes.
La canción, después de los pateos, fue la primera que me vino a la cabeza, y ya no cabían más ideas, ya sabes que tengo el cerebro de Homer
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