viernes, 26 de julio de 2013

MIGAS DE LA IAIA

Hay muchas maneras de preparar las migas, y la que voy a exponer aquí no es, como ya viene siendo habitual, la más purista, pero es la que conozco, la que nos hacía mi madre de pequeños, y la que les hago yo a mis hijos. Son las Migas de la Iaia (pronunciado Yaya; es lo que pasa cuando tu madre es catalana y no le gusta que le llamen abuela).

La receta es la que he aprendido de ella, pero con un toque personal, y con unas derivadas al final por si alguien quiere experimentar.

Necesitaréis:

Pan duro
6 Dientes de ajo
Aceite
Sal






Partimos el pan en trozos grandes, si podemos, y lo ponemos en remojo para que se ablande.





Una vez ablandado, lo sacamos extrayéndole el agua por el método del estrujamiento bestial. Es decir lo sacamos a puñaos y lo apretamos todo lo que podamos para sacarle la mayor cantidad de agua posible. Ayuda mucho pensar en el pescuezo de algún ser odiado. Este plato lo recomienda la asociación de psiquiatras para reducir el estrés.
 




Una vez estrujado, dejamos el pan en un plato secando un poco.





Ponemos aceite a calentar en una sartén.





Añadimos los dientes de ajo sin pelar, y los sofreímos un poco (2 o 3 minutos).





A continuación agregamos las migas, que como vemos son unas pelotas grandes. Si alguien se siente incómodo puede hacerlas más pequeñas.





Aquí empieza la parte trabajosa. Se trata de ir friendo las migas, y según se van secando las vamos machacando con un tenedor de madera para que se vayan deshaciendo. Al principio, partiendo las pelotas (de pan, nada de violencia gratuita) conseguimos una especie de masa, pero poco a poco vamos separando esa masa en porciones cada vez más pequeñas.


















Y después de unos 30 minutos obtenemos el resultado de abajo. Yo las pongo encima de papel de cocina para que absorba el aceite, y les echo la sal.

El terminarlas más grandes o más pequeñas depende del gusto de cada uno. Si quieres puedes terminar antes con unas migas más grandes y esponjosas, pero a mí me gustan pequeñitas y crujientes. Vamos que más que migas son micro tostadas, o deconstrucción de tosta de pan con ajo, como se diría en los círculos de la alta cocina. 





Las migas son un acompañamiento ideal para los huevos fritos, la chistorra y la butifarra.






Y también se pueden completar sofriéndolas unos segundos en el jugo de freír la chistorra, con lo que cogen su sabor y color.








Finalmente, aunque no se debe jugar con la comida, si tienes niños, puedes hacer caras o cualquier otro dibujo. Por ejemplo a mi me salió algo parecido a Coco (el de Barrio Sésamo).








El ajo se suele separar, pero al que le guste se lo puede comer. Está bastante rico así tostadito.





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