viernes, 14 de febrero de 2014

IBERPIZZA

No. No se trata de un post de viajes. El título es Iberpizza, no Iberpistas. Que os pierden las ganas de puente que tenéis.

Pues nada. Que tenía yo ganas de hacer un día una pizza. Pero como el tiempo es un bien escaso, o eso me decían en Microeconomía, aunque no lo terminé de entender bien, porque que yo sepa un día tiene 24 horas, pero también está ese refrán que dice que hay más días que longaniza, y no sé cuanta longaniza hay, pero a lo largo de mi vida yo me he zampao una jartá. Así que todo es relativo. ¡Fíjate tú! Acabo de llegar a la misma conclusión que Einstein, lo que pasa es que él lo descubrió basándose en la Mecánica Cuántica, y yo en Cuántico me ha venío la Longaniza a la mente. Dos mentes paralelas - escucho decir a mi mujer. Para las lelas de la mujer de Albert y la de no se quién- lo último no llego a escucharlo - que tienen que aguantarlos. No sé a que se refiere. 

A lo que íbamos. Que me propuse hacer una pizza, pero sin dedicarle un tiempo excesivo. Y hete aquí que me encuentro en el súper un paquete que ponía Bases para Pizza, y una vez descartado que Pizza no era un juego de mesa. Porque estaba en una nevera. ¡No, si en lo que yo no caiga! Pues eso, que una vez deducida su implicación con la masa de la pizza me la llevé para casa para probar. Y probé con los ingredientes que pillé por la nevera, y un poco de jamón de una pata que todavía sobrevive en la cocina. De ahí su nombre de Iberpizza: pizza con ibérico.

Necesitaréis:


Base para Pizza
2 Tomates
3 Salchichas
2 Lonchas de Bacon
2 Bolsas de Mozzarella rallada
5 Huevos de codorniz
2 Lonchas de Pechuga de Pavo (o Jamón York)
Unas lonchas de Jamón Serrano
Queso en lonchas tipo tranchetes (opcional)








Alisamos la masa con un rodillo para que quede más fina, untamos con un poco de mantequilla la fuente del horno, y colocamos la masa encima adaptando la forma a la fuente con las manos. 







Partimos los tomates por la mitad y los rallamos encima de la masa.








Lo extendemos por toda la masa.







Repartimos las dos bolsas de mozzarella sobre la masa.







Picamos el resto de los ingredientes en cuadraditos.






Calentamos el horno a 180 grados durante 10 minutos, y luego introducimos la base de la pizza con el tomate y la mozzarella durante unos 5 minutos.







La sacamos del horno y colocamos los huevos de codorniz, las salchichas, la pechuga de pavo, el bacon y el jamón serrano.








Volvemos a introducirla en el horno, y controlamos la cocción. Cuando veamos que está tostada la sacamos y, con la ayuda de unas espumaderas, la despegamos de la fuente del horno y la pasamos a la fuente de devorar.









Debe comerse recién hecha. Solo hay una cosa peor que una pizza fría, el lunes.

Que la disfrutéis





4 comentarios:

JuanRa Diablo dijo...

Se me ha hecho la boca agua. Pero no es una forma de hablar, ¡se me ha hecho de verdad! xD
El añadirle huevos de codorniz me parece una gran idea, aparte de lo vistosa que queda.

Se nota que escribes después de comer y beber, porque eso de que las bases del juego de la pizza las escribió Einstein y que tenemos ganas de puente... bueno, espera, que igual lo he leído muy deprisa.

Un saludo!

hitlodeo dijo...

¿Cómo lo has adivinado JuanRa? Escribo después de comer y beber. Sobre todo después de beber :P

Creo que te has liado. Ha debido ser el ansia de pizza, que te ha podido, y te has liado, te has liado,...

Un abrazo

Montse dijo...

Ay,ay, yo tengo que leerte en otro horario, porque siempre me pillas muerta de hambre y eso no puede ser.
Excelente ponerle ese nombre tan ibérico que conjunta tan bien con el jamón serrano y lo potente de los demás ingredientes de carne ¡una pizza muy española, si señor!
Menos mal que mi nevera no está tan bien surtida, a lo mucho, puedo ponerles unos puerros y un apio jeje.
Un beso.

hitlodeo dijo...

Pues no creas que le iban a ir mal el puerro y el apio. Vegepizza, la pizza mediterránea.

Besos Montse.