Siempre miramos fuera de casa para compararnos y decir que lo de lo demás es mejor. Y por ese complejo de inferioridad no nos damos cuenta de que no tenemos nada que envidiar, o simplemente lo mismo que los demás nos tienen que envidiar a nosotros.
En algunos post os comentaré la visita a París y a Disney que hice hace un mes. Y espero poder transmitiros que aquí tenemos muchas cosas que ver, pero que están tan cerca que no nos fijamos en ellas. Es algo así como la hipermetropía de lo familiar.
Por ejemplo, y para empezar, matemos ese mito de que en España somos muy torpes. Lo siento, torpes los hay en todos los países y a todos los niveles. Veamos sino la siguiente foto del centro comercial Val d'Europe en París. Bueno supe que estaba en París porque había hecho un vuelo de unas horas y porque me habían soplado una pasta por el viaje, porque lo que es el Centro Comercial era clavao al Príncipe Pío de Madrid, salvo porque tenía un Alcampo, bueno ellos se equivocaron al escribirlo y pusieron Auchan, pero les entendí perfectamente.
¿Qué vemos en la imagen tomada de la europea y avanzada Francia? Una señal de prohibido el paso a motos. ¿Nada raro? ¡Coño, lo pone en la valla, y detrás de ella hay una caída de 4 metros! No se le ocurre pasar por ahí en moto ni al que asó la manteca.
Luego, si en Francia tienen que advertir a los motoristas de que no se tiren por los balcones, estos no deben ser un dechado de inteligencia. O al que puso la señal ahí le faltaban dos hervores. Porque lo que no comparto es la opinión de que eso significa que no aparquen. La señal de no aparcar es otra. Y si no quieren que circulen por la minipasarela, deben poner la señal en el frontal.
Convenceros. Cenutrios los hay en todos los países, lo que ocurre es que como hablan rarito y con otro tono nos parece que son maravillosos.
Seguiremos trabajando en esta línea en sucesivos posts.