Durante este verano he leído unos seis libros, bastante dispares, tanto en contenido como en orientación, cosa usual en mí, ya que mi criterio a la hora de elegir un libro para leer es el capricho, o la incursión voyeur en una librería o en la Feria del Libro. El voyeurismo es algo que también me pasa en el mercado en la zona de pescaderías, pero esto es otra historia.
Os pongo una breve resumen de los libros que mi organismo ha destilado este verano.
1) TODOS LOS NOMBRES, de José Saramago. (Libro prestado por mi hermano)
Una afición tan sana como el coleccionismo, que está relacionada con la dedicación a su trabajo del protagonista, que desemboca en una búsqueda enfermiza en un hombre tímido y correcto que encuentra así una razón para seguir adelante.
Recomiendo su lectura, aunque como todos los que he leído del autor tiene un punto de locura y comedura de tarro que no a todo el mundo le gusta.
2) MIL MILLONES DE MEJILLONES, de Fernando Trías de Bes.
Este libro es como una iniciación a la economía, aparición del trueque, el salto a la acuñación de monedas (en este caso mejillones), la aparición de las diferentes teorías económicas,… pero todo ello desarrollado a partir del naufragio del barco en que iba a celebrarse la boda de Berlusconi, acompañado de varias personalidades de la actualidad (Botín, Obama, de la Vega, Aznar, Rajoy, Chávez, Trichet,…), y que terminan arribando a nado a una isla desierta.
Es un libro fácil de leer, escrito en clave de humor, y que hace accesible la comprensión del funcionamiento de la economía al más lego en la materia.
3) EL SÍMBOLO PERDIDO, de Dan Brown.
Un libro de la saga de aventuras del profesor Langdon, que trata de la buscar y descifrar un símbolo masón para obtener el conocimiento oculto que cambiará el futuro de la humanidad. El desarrollo es trepidante, la acción comienza en los primeros capítulos, así como la tensión y el suspense. Engancha rápidamente y no da tregua. Es una de las novelas de este autor que más me han gustado. Eso sí, es una novela para pasar el rato, es decir, pura lectura de verano.
4) EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO, de J.D. Salinguer.
Un libro sobre la rebeldía de un adolescente americano, que tiene de todo y le expulsan de todos los colegios a los que va. ¡Jo, no sé si seguir comentándolo! ¡Va, seguiré! El caso es que el tal Holden ve a todo el mundo hipócrita, lo expulsan de su actual colegio y pasa un par de días en Nueva York sin que se enteren sus padres, gastándose la pasta que tiene en cubatas y otros caprichos, siempre que puede. Más o menos de eso va, de un chaval rebelde, con problemas familiares, y con una adolescencia difícil que le hace complicado encajar en este mundo de hipócritas y falsos. No voy a seguir comentándolo porque no estoy en vena, y cuando uno no está en vena, no está en vena, y no le apetece comentar libros.
Francamente, me esperaba algo mejor para la fama que tiene.
5) COMETAS EN EL CIELO, de Khaled Hosseini.
La historia de dos amigos afganos, Hassan y Amir, íntimos pero de diferentes tribus, uno pastún y otro hazara. Su vida se desarrolla desde la infancia bajo el reinado de Zahir Shah, hasta la invasión rusa, y la posterior toma de poder por parte de los Talibanes. Durante este largo período se desarrolla la historia de unas vidas con miedos, juegos, traiciones, remordimientos, tragedias, arrepentimiento, búsqueda del perdón,… Y todo ello aderezado con una excelente recopilación de datos históricos.
Recomiendo esta novela a todo el mundo. Te engancha, te mantiene en una constante tensión emocional, te hace pensar, y te documenta sobre una situación y un país que nos parece lejano, pero que nos afecta más de lo que podamos imaginar.
Excelente.
6) LAS AUTONOSUYAS, de Fernando Vizcaíno Casas.
Este libro lo había leído hace muchos años, o eso creo. De aquí salió el famoso chiste de “Hoy follo…follo con fatatas”, a raíz del establecimiento del farfullo con idioma oficial del Ente Autonómico Serrano. Es un libro escrito en octubre de 1981, que desarrolla en clave de humor, con mucha ironía, y rayando la exageración, el futuro que podía llegar a dar el Estado de las Autonomías.
Es un libro muy entretenido, del que se consigue algo más que unas risas. De hecho voy a poner a continuación un pasaje por un motivo que explicaré al final. Se trata del trozo en el que se narra la presentación de las cartas de acreditación del “representante plenipotenciario del gobierno de Euzkadi”, por parte de Iñaki Pagazaurtundúa al presidente Pujol.
Narrado desde la ficción, reconstruye la charla que mantienen los dos representantes autonómicos cuando se quedan a solas, filtrada por un intérprete.
“Para mantener la primera toma de contacto,… fue introducido en la estancia el traductor bajito y calvo, con largos mostachos rubiascos, que ocupó un taburete entre ambos personajes.
- Bé, senyor Ambaixador, i com van les coses per Euzkadi? (1) – preguntó el honorable
El señor bajito y calvo tradujo puntualmente.
- Bidezco ailtasunak falta gabe, hala eta guztiz, ba goaz aurrera eta ereikiz, joaen ere, gure euskal aberria. (2)
El traductor pidió a Pagaza que repitiera la palabra ailtasunak, lo que molestó visiblemente al Honorable.
- Tots tenim dificultats, perquè estem començant de zero… (3) - sonrió Pujol
- Nota ez (4) –dijo el vasco.
Hubo una pausa. El traductor confesó, muy compungido, dirigiéndose al Honorable:
- No ho comprec pas…(5)
- Llavors, quina clase de traductor sou vos? (6)- Se indignó justamente Pujol. Y a continuación, como liberándose de un gran peso, le preguntó al Embajador -: Oiga, ¿usted conoce el castellano?
- Por supuesto – contestó el otro, con impecable acento de la Meseta-.Mi madre era de Madrigal de las Altas Torres.
- Provincia de Ávila; no lejos de Cebreros, donde nació nuestro buen amigo el ex presidente Suárez…
- ¡Qué lástima de muchacho! ¡Nos llevábamos tan requetebién con él! – se lamentó Pagaza.
- Y tanto… En fin; es la servidumbre de la política.
- Se volvió al señor bajito y calvo para ordenarle, nada cariñosamente -: Vostè, fora! I aprengui llengües cony…! (7)
El fracasado traductor hizo una inclinación de cabeza y se marchó, mascullando, por lo bajini, tacos en sueco, que ese idioma sí que lo dominaba a la perfección. Y Pujol, tras respirar muy hondo, como quien se quita un peso de encima, le dijo al Embajador Pagaza:
- Bien, pues entonces, hablemos en español…
- En castellano según la Constitución del Estado Central – precisó el vasco.
- Es cierto, sí; en castellano…”
(1) Bien, señor Embajador, ¿y cómo van las cosas por el País Vasco?
(2) Con lógicas dificultades, pero vamos saliendo adelante y construyendo la gran patria vasca.
(3) Todos tenemos dificultades, porque estamos partiendo de cero.
(4) Naturalmente.
(5) No lo entiendo.
(6) Entonces, ¿qué clase de traductor es usted?
(7) Usted, ¡fuera! Y aprenda lenguas, coño…
El porqué de transcribir aquí esta parte del libro es porque, al leerlo recordé aquella reunión, hace un año, entre Chaves (presidente autonómico de Andalucía) y Montilla (cordobés, presidente autonómico de Cataluña), en la que hizo falta pagar a un traductor para que pudieran entenderse. A veces la realidad es más estrambótica que la ficción, y la ficción creada por la cabeza de un novelista, se torna realidad veintiocho años después.
Espero que os guste alguno de los libros que os he comentado. Ahora me he puesto a leer “LA NUEVA ATLÁNTIDA”, de un tal Francisco Panceta Ahumada. Ya os contaré cuando la acabe lo que me ha parecido, aunque en invierno tengo menos tiempo para la lectura.