lunes, 9 de marzo de 2009

ENERGÍA

En el artículo del sábado de José Luis Alvite se puede leer, y sentir, el agotamiento de Fuller. Alguien podría pensar que este hombre se encuentra así por las especiales circunstancias que rodean su profesión, mas denostada aún por el escenario en el que se desarrolla. Pero, si no nos quedamos en la pura literalidad, podemos ver la realidad cotidiana de cualquier profesión y persona. Se asemeja un poco a la lidia. Sales de toriles con una mezcla de miedo y ganas de comerte la plaza. Esto mismo hace que cometas errores propios de la impaciencia. En el momento en que la experiencia y la calma te van centrando, la suerte de varas te muestra hasta donde te es permitido llegar. No hace falta que continúe con el ejemplo, pues todos sabemos que pasadas las banderillas y el resto de la faena, ya no se embiste, simplemente se resigna uno al papel que le ha tocado jugar y, con un poco de suerte, alguno logra herir a su oponente, aunque esto no cambie para nada el final de la novela.

A lo que iba. El texto de Alvite refleja algo mas que el hastío de un detective corrupto, refleja la situación de una gran cantidad de personas en esta vida moderna, y con esta concepción del trabajo. Sin más reproduzco a continuación la parte de dicho artículo, en la que Fuller conversa con Al:

"Con el paso de los años, Fuller ha perdido ímpetu y a veces parece a punto de renunciar a su placa y retirarse a un lugar en el que nadie conozca de vista su manos. «Aquel empuje furioso, ¿sabes?, aquella reglamentaria violencia tan profesional era la consecuencia de una salud de hierro. Uno se hace mayor y pierde ese vigor que le empuja a precipitarse. Mis manos tienen el peso de entonces, Al, pero trabajan sin convicción, como si a mis bofetadas se les trabase la lengua. Mi salud empieza a flaquear, muchacho, y a mi estómago le cuesta digerir lo que todavía tolera mi conciencia"

(Si alguien quiere consultar el artículo completo puede pulsar aquí)

3 comentarios:

Sebastián Puig dijo...

Me encanta tu reflexión. Con tu permiso, la citaré y publicaré en mis Lentejas. Espero tu respuesta, amigo.

hitlodeo dijo...

Lo mio es tuyo Rythmduel.
Un abrazo

Sebastián Puig dijo...

Ya:

http://lacomunidad.elpais.com/lentejas/2009/3/11/los-cocineros-esta-casa