Aún con resaca, y con el dolor de cabeza que produce el trabajo, el ordenador y el teléfono preguntón, me he asomado a la ventana de mi oficina, y desde la altura privilegiada en la que me encuentro, observando las azoteas de un Madrid cubierto de nubes, he tenido una visión. Ha sido una idea fugaz, como todas las que cruzan por mi mente (se dan unas condiciones de vacio casi perfectas). No me gusta analizar mucho las cosas, me canso. Además, estaba bastante claro todo. El caso es que ante mi apareció el motivo del cambio climático, y de la extinción de las especies. Igual me hacen un hueco en la exposición de Darwin que están preparando para junio en el Museo de Ciencias Naturales.
He extraido unas cifras de INTERNET para poder exponer mi hipótesis con un poco más de rigor, y he llegado a la siguiente conclusión:
Según un estudio de Lenntech la cantidad de agua que hay actualmente en la Tierra son 1.400.000.000 kilómetros cúbicos (1 litro = 1 decímetro cúbico), encóntrandose el 70% del agua potable en los Polos. Ésto contando únicamente con la porción que se encuentra en ríos, mares, aire, ..., medio ambiente en general.
Si, como sabemos, el ser humano está compuesto en un 66% de agua. Y somos 6.000.000.000 de personas en el Mundo. Estimando un peso medio por individuo de 60 Kg. Esto, manteniendo una equivalencia de 1Kg = 1 Litro de agua, nos indica que hay 237.600.000.000 litros almacenados en la población mundial.
Por un razonamiento similar, el resto de los seres vivos del Planeta congregan N litros de agua en sus organismos.
Llegados a este punto, y considerando el Planeta Tierra como un entorno cerrado de donde el agua no escapa hacia otros sistemas, sólo queda aplicar la lógica y deducir que si la población humana aumenta, al ser la cantidad de agua limitada, o bien desaparecen especies, o desaparece agua del medio ambiente (llueve menos, baja el nivel de los rios, se deshielan los polos,...)
Ahí queda eso. No hace falta que me den el Premio Nobel, me conformo con los güisquis que me estoy tomando mientras escribo este artículo. Eso sí, no les pongo hielo. Vaya a ser que me echen la culpa ahora de la extinción del Lince Ibérico.
Rasonamientos sientíficos puros. ¡Ntchs!