Al mas puro estilo anarco, me salto la jornada de reflexion, y publico hoy un discurso de propaganda politica.
Y clarito, pa que se entienda.
Madre, notabre, sipilitabre
¿voy al campo , blanco, tranco, sipilitranco,
por una liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre?
Hijo, mijo, trijo, sipilitrijo,
ve al campo, blanco, tranco, sipilitranco,
por una liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre.
Madre, notabre, sipilitabre,
aquí está la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre
que cogí en el campo blanco, tranco, sipilitranco.
Hijo, mijo, trijo, sipilitrijo,
ve a casa de la vecina, trina, sipilitrina,
a ver si tiene una olla, orolla, otrolla, sipilitrolla
para guisar la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre.
Madre, notabre, sipilitabre,
dice la vecina, trina, sipilitrina,
que no tiene una olla, orolla, otrolla, sipilitrolla
para guisar la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre.
Pues hijo, mijo, trijo, sipilitrijo,
agarra la liebre, tiebre, notiebre, sipilitiebre
y llévala al campo blanco, tranco, sipilitranco.
(Perdon por los acentos, pero se me ha desconfigurado el teclado y cada vez que pongo uno me aparece una llave)
sábado, 28 de febrero de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
Hablando claro
Acabo de ver a Antxo Quintana en el telediario, en un mitin, en el que decía que no habían podido arreglar en tres años y medio lo que otros habían hecho mal durante cincuenta años. Hasta aquí lo normal entre políticos. Lo sorprendente ha llegado cuando ha dicho lo de "estamos realizando un cambio transformador". Descartada la ascendencia andaluza del sujeto, que podría implicar una omisión de la preposición de, dando a entender que están realizando un cambio de un transformador eléctrico, que no sé a que viene en un mitin, pero que como no suelo entender lo que dicen los políticos, tampoco me preocupa. Descartada esta opción como digo, sólo resta la posibilidad de que existan cambios no transformadores. Curioso, pero políticamente posible.
Como decía Paco Martínez Soria ¡Qué celebro, madre!
domingo, 22 de febrero de 2009
Las aventuras de Larry Lank. Orgullo.
Ayer sábado, mi hijo ganó la medalla de bronce en la categoría alevín, en el campeonato de Judo del Ayuntamiento de Madrid. No conozco muy bien las reglas de este deporte, pero me sorprendí en el tercer combate recriminándole al arbitro desde la grada el resultado y, aún hoy, pienso que mi hijo debía haber sido el ganador de ese combate. Como se puede volver uno de forofo cuando las cosas le tocan de cerca. La verdad es que yo sólo vi que mi hijo tiró al otro más veces pero, como no conozco las reglas, no sé cuales de esas llaves puntuan y cuales no. Lo que si sé es lo orgulloso que estaba, y estoy de él, y no sólo porque este año haya ganado una medalla (otros años no lo consiguió y también estaba orgulloso de él), sino porque disfrutó, porque lo vi nervioso comentando las jugadas con los amigos, porque lo vivió y ... ¡qué carajo! porque es mi hijo. Me encanta llevarlo a las competiciones, aunque hay que soportar la tensión de ver si se da un golpe, si se hace daño, ..., finalmente queda el buen sabor de boca de lo que disfruta de la competición el peñote de amigos. Y lo que disfrutamos los padres, que cuando le pusieron la medalla, y viniendo hacia mi la mordió al más puro estilo Nadal, por poco salto al tatami a abrazarlo.
¡Ntchs!. En este mundo todavía quedan cosas que hacen que valga la pena estar en él.
Pero insisto en que mi hijo ganó de calle el último combate diga lo que diga el árbitro.
Felicidades campeón
miércoles, 11 de febrero de 2009
Música de la infancia
En una semana de deliberaciones que afectan a varios amigos y compañeros. Una semana que algunos pretenden tenga más de siete días. Una semana en la que, como el resto del año, nada está claro, nadie dice la verdad, y probablemente sea porque nadie la sabe. En una semana como ésta, me apetece poner en este artículo unas canciones de Medina Azahara. Por que, antes o después, todo llega a su fin. A ver si como dice la canción podemos respirar una tarde de abril con viento de primavera. Sobretodo tú Guanarteme, y a continuación el resto, como mandan los canones.
domingo, 8 de febrero de 2009
NO HAY PARTO SIN DOLOR, NI...
Como dice el título, no hay parto sin dolor ni hortera sin transistor. Y aunque esto sea un dicho muy antiguo no pasa de moda. No tenemos más que ver a nuestras fuerzas vivas adaptando esta vieja frase a los tiempos presentes. Y en esto no hay distinción en ideologías. Cada vez que presentan un proyecto, una ley, o cualquier otra cosa, aparecen con cara de haba enseñando un pen-drive con el mismo efecto que si enseñaran un mechero o tiraran una pela. La foto suele ser bastante ridícula.
Para no parecer moderno lo primero que hay que hacer son fotos como éstas, en la que el abuelo descubre el gramófono y tié que enseñarlo.
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