Hoy he hecho una prueba. Al salir del trabajo he decidido cambiar mi look. Me apetecía sentirme más atractivo, notar las miradas de deseo de las mujeres. Así que forzando al máximo mi cerebro diseñé un plan integral e infalible.
El razonamiento era de una lógica aplastante. Si compras un pollo en la carnicería, así en crudo no llama la atención, es más da un poquito de asco. Pero si lo metes en el horno y lo asas, cuando lo sacas, bañado en su propia salsita, huele que alimenta y te entran unas ganas irresistibles de comértelo.
Pues bien. Yo he hecho lo mismo. Me he metido en el coche, y cuando he salido bañado en sudor, algo ha debido fallar, porque todo el mundo me rehuía y me miraba con cara de asco. No sé donde está el fallo. ¿Quizás si me pongo un poco de perejil?.
Adjunto la imagen de la temperatura de mi coche al entrar en él (42 grados). Quizás necesitaba más calor.
6 comentarios:
Jajajaja" Ya estaba extrañando el pasar por tu casa!
¿no se te olvidó poner en el guiso un poco de finas hierbas? jajaj. Cuidate y no hagas esos excesos.
BEso!
Espero que tu horno, perdón, coche, sea pirolítico. Es mucho más fácil limpiar luego esa grasilla que salpica por todas partes. Si ves que no has salpicado nada puede que todavía necesites un poco más de temperatura. Otra manera de saberlo es mirar si al primer contacto con el volante compruebas que la piel de las palmas se ha fundido. De ahí puedes aprovechar y elaborar unos chicharrones. Qué ricos.
Hola Sol:
Yo también tengo que pasar por tu blog. Estos últimos meses han sido muy estresantes, y creo que ahora me merezco un respiro. A ver si tengo conexión para poder leeros.
Hola Puerto:
Va a ser lo de las hierbas. No creo que pueda ser de otra cosa. Yo guiso muy bien :D
Hola Last:
No salpiqué, pero creo que voy a desmontar el sillón y lo voy a meter en la lavadora.
Las palmas de las manos todavía me duelen. Eso sí, el volante a quedado muy chulo a dos colores (negro y carne)
Besos a las tres
Pero ¿asado en tu propio jugo, doradito y crujiente y la gente te miraba mal? ¡Desconsiderados!
Recuerdo que una vez presté a mi hermano unas cintas para que escuchara música en un viaje. No imaginaba que dejando el coche al sol los casetes se retorcerían y se llenarían de bultos como si fueran patatas
Fue en Sevilla y en pleno verano, con eso te lo digo todo.
Antonio:
Lo mejor es combinar las dos: bajar las ventanillas y poner el aire, y por supuesto poner el coche a andar. Como hagas sólo lo del aire te comes una bocanada inicial que ni el Siroco.
¡A quién se le ocurre dejar el coche al sol en Córdoba!
Un abrazo
JuanRa:
Estaba diciendo ¡Comedme! y ni caso.
Lo de las cintas no lo sabía, pero te aviso sobre las gafas de sol, si las guardas en la guantera, los cambios de temperatura de frío (aire acondicionado) a calor hace que se salgan los cristales de las monturas.
Un abrazo
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